Pocos discos han creado tanta expectativa como el primer
material de la banda Black Tide, titulado Light From Above y lanzado en el hoy
lejano año de 2008. Esta banda de Miami, Florida estaba compuesta por jóvenes
latino-estadounidenses de entre 14 y 19 años, y eran los favoritos para
convertirse en la nueva sensación del metal americano de la primera década del
siglo XXI.
La banda, formada originalmente por los hermanos Raúl y
Gabriel García reclutó a Alex Núñez, Zakk Sandler y Steven Spence para iniciar
su aventura musical adolescente, dando como resultado un modesto EP con 3
canciones que logró atraer las miradas de la industria discográfica y algunos productores
importantes.
En 2008, ya con un contrato discográfico por parte de
Interscope Records, un Ozzfest y un Florida Music Festival en su haber, Black
Tide le dice adiós a Raúl y se mete al estudio para grabar su primer álbum.
La luz cenital
La banda desempolva el tema Shockwave, que ya había
aparecido en varios de sus demos, le da una actualización y lo convierte en la
pista de apertura del disco. Es una canción relativamente fácil de escuchar,
con un feedback al inicio y un duelo de guitarras entre Gabriel y Núñez a lo
largo de todo el tema.
La voz aguda de Gabriel abre el tema Shout, que suena como
glam rock, pero totalmente modernizado. Los solos de guitarra son impecables y
la canción tiene los cambios de ritmo necesarios para mantener el interés del
escucha y engancharlo al resto del disco.
El tercer tema se convirtió en un clásico instantáneo, todo
un himno que es capaz de representar a una generación de músicos jóvenes con
raíces en el metal clásico. Se trata de Warriors of Time, una de las composiciones
más inspiradas de la escena musical norteamericana de los últimos años. Inicia
con una suave melodía, interpretada con guitarras acústicas y poco a poco se
van integrando las pastillas distorsionadas y la batería atronadora. Los
coros “oh-oh-oh” le hacen un guiño a
Fear of the Dark de Iron Maiden y los poderosos solos de Núñez y García no le
piden mucho a la dupla Murray-Smith.
Give Me A Chance intenta ser una power-ballad que nos recuerda a las canciones de algunas bandas setenteras y aquellos tiempos en que la experimentación era la única forma de sobrevivir en el mundo de la música.
La banda saca la casta con Let Me y sus riffs interminables
para dar paso a la pesada Show Me the Way, que es la oportunidad del bajista
Zakk Sandler de brillar y mostrarle al mundo que los guitarristas no son los
únicos talentos dentro de la banda.
Para no quedarse atrás, el baterista Steven Spence se apodera
de la base rítmica en la maidenesca Enterprise e intercala sus furiosos fills
con las campanas que repican en el fondo.
Live Fast Die Young puede definir perfectamente a la escena
metalera de Los Angeles en los años 80’s. Es un tema que podría estar firmado
por Mötley Crüe o Poison, e incluso por un joven Axl Rose.
Cuando parece que Black Tide ya mostró todas sus armas, nos
regalan un fabuloso cover de un tema del Kill ‘Em All de Metallica: Hit the
Lights, que no desmerece para nada a la versión original.
Ya inspirados por Ulrich y compañía, la banda ejecuta Black
Abyss que tiene esa esencia del viejo thrash, pero adaptado a un estilo más “dosmilero”
(o milenario, como prefieran llamarle).
El segundo gran hito llega con el tema final, que da nombre
al disco y cierra esta ópera prima: Light From Above. Las notas agudas de la
guitarra, acompañadas por los arpegios de un piano enmarcan esta obra de casi 6
minutos con la que Black Tide se despide y termina dignamente su carta de
presentación. Todos los miembros de la banda se lucen y sacan lo mejor de sus
respectivos instrumentos en el momento adecuado.
De entre los temas extra, conviene rescatar la emocionante Rise, a ritmo de doble bombo y con ciertos guiños al power metal clásico de los 80's.
El pintor Ryan Gillis logra captar la esencia del álbum en el arte de la
portada, mostrando una procesión de zombies guiados por un misterioso rayo de
luz que se cuela entre las nubes.
Lo más importante de este disco es ese sonido que retoma lo
mejor del metal clásico y lo mezcla con la música actual y la cultura de la
década de los 2000s. A diferencia de muchas otras bandas con influencias de la
NWOBHM, Black Tide no suena viejo, sino que claramente se le puede enmarcar
dentro de un contexto actual con una propuesta fresca y bien trabajada.
La decepción
Este álbum emocionó realmente al público metalero, tanto los amateurs como los veteranos esperaban con
ansias la segunda placa de Black Tide, con la esperanza de escuchar más de ese metal
ecléctico que caracterizó al Light From Above. Por desgracia, la banda decidió cambiar
de estilo a uno menos fresco, pero mucho más comercial: el metalcore. Muchos
fanáticos se sintieron decepcionados y se alejaron de la banda, otros que
gustaban de esta corriente les dieron una segunda oportunidad y gracias a esto renovaron su
base de seguidores.
Algunos esperan todavía que García recapacite y regrese a
sus raíces musicales, pero la salida de prácticamente todos los miembros de la banda
(además de Gabriel) nos dice que este renacimiento está lejos de suceder.
Mientras tanto, podemos recordar cómo sonaba Black Tide en el 2007:
Light From Above (2008)
Tracklist:
- Shockwave (3:38)
- Shout (3:26)
- Warriors of Time (5:53)
- Give Me a Chance (3:34)
- Let Me (3:30)
- Show Me the Way (3:59)
- Enterprise (4:31)
- Live Fast Die Young (3:01)
- Hit the Lights (Metallica cover) (3:42)
- Black Abyss (4:06)
- Light From Above (5:46)
Extras:
- Black Widow (3:48)
- Again (3:18)
- Rise (2:46)
Black Tide
Sitio Oficial: blacktidemusic.com
Facebook: facebook.com/blacktide
Twitter: twitter.com/BlackTide
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